domingo, 10 de marzo de 2013

Kundalini, Yoga y Tantra

Los científicos nos han dicho siempre que apenas usamos entre un 10 y un 20 % de nuestra capacidad cerebral. Lo tenemos asumido, pero… ¿te has preguntado alguna vez por qué? Eso, para variar, nadie lo explica. Y no lo hacen porque la explicación se aleja tanto del status quo establecido que no les interesa. Desde la perspectiva del Yoga, la explicación es bastante simple y se conoce desde hace milenios: más del 80% del cerebro permanece dormido porque no tiene suficiente energía para activarse. Sabemos que el cerebro al 20% es nuestro mayor consumidor de glucosa, así que necesita mucha energía para rendir bien. Sin embargo, no se trata de comer más. Los yoguis han sabido desde siempre que se trata de despertar una energía latente en la base de nuestra columna: la Kundalini.
La Kundalini duerme porque no puede ascender por la columna, y no puede hacerlo porque los circuitos energéticos por los que debe hacerlo están obstruidos. Esos mismos circuitos energéticos son los que tratan ciencias como la acupuntura por ejemplo. Se obstruyen y generan tensiones corporales, y a la inversa. Desde el Yoga Tradicional lo que hacemos con las asanas (posturas) y los pranayamas (respiraciones) es ir liberando esos canales al tiempo que se liberan las tensiones corporales. Y lo vamos haciendo poquito a poco, estableciendo como base la Tierra, el cuerpo, para no correr el riesgo - y esto siempre lo recalco en mis clases- de que las experiencias intensas que nos esperan nos afecten en nuestra integración en el mundo y en la sociedad. Y entonces la Kundalini comienza su ascenso si la persona quiere y está preparada para ello. El ascenso de la Kundalini hacia la cabeza es un proceso que en sí mismo, sigue deshaciendo nudos energéticos (o “grantis”), produciendo liberaciones espontáneas de energía (“kriyas”) que se pueden manifestar en forma de temblores, lágrimas o risa y en un plano psicológico, muchas veces te lleva a solucionar viejos problemas, a liberar emociones, a hacer las cosas que tenías que haber hecho y no hiciste, a decir lo que callabas. (Piénsalo, ¿cuando te estresas se te tensa el cuello, o los hombros? Eso es una emoción que modifica tu cuerpo. Cuando liberamos esa tensión ejercemos el efecto contrario: el cuerpo libera la emoción). A veces tú puedes ni darte cuenta hasta el final de uno de esos ciclos, hasta que notas que la Kundalini ha ascendido más. 
El proceso de subida no suele ser fácil, puede durar muchos años, y al principio es muy desconcertante. La Kundalini se puede activar por muchas vías: la meditación, por la práctica de Yoga, una experiencia vital muy fuerte, un ayuno o determinadas experiencias sexuales imbuidas de Amor. A veces lo hace espontáneamente, por una necesidad profunda del alma de la persona, y como suele empezar en lo más bajo de la columna, en lo que desde el Yoga llamamos el "Chakra raíz”, se suele tender hacia la liberación de problemas que tienen que ver con nuestra relación con la Tierra. Puede que entonces cambies de trabajo, de modo de vida o alimentación. O puede que empieces a buscar por internet las razones del origen del mundo, los problemas sociales, que intentes entender el planeta en el que vives… Todo eso son síntomas de que algo en ti está despertando, de que la kundalini se está activando. Si el proceso continúa, puede que empieces a resolver conflictos previos que a lo mejor ni recordabas. Toda tu psicología afecta a tu cuerpo y al revés.
No puedo dejar de mencionar especialmente la vía Tántrica, quizás la más primitiva de todas destinada al ascenso de la Kundalini. Desde occidente se ha destrozado su esencia reduciendo a manuales de sexo complejo una tradición y ciencia sagrada que como ya he dicho en alguna ocasión, sí es cierto que destina una parte de sus prácticas a la unión sagrada (Maithuna) con el fin de la activación de la energía dormida. Pero hay mucho más, el Tantra es un sistema filosófico que, como el Vedanta, funciona desde un paradigma diferente al occidental. 
Lo normal durante el proceso es que la energía ande subiendo y bajando. A veces la ascensión puede ser tan fuerte que tienes la sensación de vas a “implosionar”, de que te va a estallar el corazón… de que tu cuerpo no soporta tanta belleza… y a veces eso da mucho miedo, pero forma parte del camino de la Vida, del desarrollo de nuestro potencial. Lo cierto es que podemos con mucha más Belleza. Cuando al fin la Kundalini consigue ascender y puede estabilizarse  arriba, en la cabeza, se produce lo que en la tradición Hindú se metaforiza  en la unión de la Shakti (la diosa, la energía que danza) y el dios Shiva (la Conciencia). Es el momento de Samadhi. Es el fin de las luces y las sombras, del mundo dual. Es la llamada “Iluminación”. Esas personas tienen su cerebro funcionando a pleno rendimiento y pueden hacer cosas que al resto de los humanos nos parecen sobrenaturales, pero no lo son en absoluto, sólo duermen en nosotros esperando a ser despertadas. 
Si te sientes extrañ@ de repente, si no entiendes qué te pasa de un día para otro, si hay algo que te empuja a hacer cosas y no sabes por qué… puede ser tu Kundalini llamándote a una vida plena; no te preocupes y deja que ocurra prestando atención y con prudencia. No pierdas nunca el contacto con lo que te rodea ni dejes de lado tus obligaciones cotidianas. Probablemente acabes buscando una forma de hacer más llevadero el proceso y te encuentres con el Yoga. Si el ascenso te supone un problema, busca ayuda en alguien que de verdad lo haya vivido… lo sabrás porque se nota sin duda alguna.

NOTA: Todo esto es uno de los grandes motivos por el que para mí, la mayor parte de los Yogas que se practican en Occidente se quedan muy limitados. Llevo siete años estudiando y experimentando esta inmensa ciencia, dos como profesora, y aún siento que tengo un infinito camino por recorrer. El cuerpo es la base, y el efecto fisioterapeútico del Yoga es impresionante cuando se sabe lo que se hace y se adapta la clase a los alumnos de forma personalizada; después viene una mente tranquila, pero hay mucho más. El Yoga es mucho más de lo que "venden". 

4 comentarios:

  1. Yo todos los martes y jueves vuelvo muy tranquila a casa. Me gusta ir a yoga. Me relaja. Me hace sentir bien. Te quiero dar las gracias xq gracias a ti lo descubrí. X ti aprendí lo q es. Bss evitasummers.

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  2. Muchas gracias a ti por compartirlo, Evita!! Me alegro mucho!! Un besote y que lo sigas disfrutando :)))

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  3. Hola,
    Yo de momento solo puedo decir que he llegado a este blog por casualidad, y me siento como cuando se enreda en tus dedos una perlita en el océano, con los ojos cerrados. Nunca he hecho yoga, sient que quiero empezar a hacer no sé muy bien qué, y en este preciso instante acabo de leerme casi todo el blog, no he podido parar. Gracias ya de antemano, sin conocerte, por esta "perlita" que lanzas al océano.

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    1. Hola!

      Muchas gracias por tu comentario. El Yoga es, en sí mismo, un océano por descubrir. Suerte en tu búsqueda!

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