jueves, 25 de noviembre de 2010

El ego, nuestro personaje

No, no hagas eso, eso no, no toques ahí, así no, ahí no, eso no se hace” Tienes tres años y la palabra que más conoces es “no”. Naturalmente, tienes impulsos, impulsos curiosos, ganas de hacer cosas que no se ajustan bien al entorno, porque a lo mejor son peligrosas, pero eso tú no puedes entenderlo. Tienes tres años, y todo lo que sabes es que lo que haces no gusta a tus padres, lo cual para un niño de tu edad que no conoce otra cosa que la dependencia de amor y de alimento, es grave. Así que con tus tres años intentarás adaptarte a lo que te dicen, a lo que quieren, porque lo único que quieres es que te quieran. Y es entonces cuando aparece la disociación entre lo que quieres, sientes, piensas… y lo que debes querer, sentir, pensar… Y así es como se comienza a formar tu personalidad social, tu Ego. Has empezado a actuar hacia fuera, a actuar para los demás según se supone debes actuar.
Pero vaya, resulta que a medida que pasa el tiempo, la vida se complica, y aunque tú te esfuerzas por complacer, nunca parece ser suficiente, siempre hay un “no”, hay un “no seas malo”, hay un “si te portas bien, entonces, te querré.” Es un momento de frustración existencial: lo que soy, no es válido. Y siguiendo las ideas de Antonio Blay, es un momento en el que decides tomar uno –o una mezcla- de estos tres caminos:
- Súper-bueno: lo que hago no es suficiente, haré más, Ser bueno no es suficiente, me convertiré en súper-bueno.
- Rebelde: lo que hago no es suficiente, pues no puedo hacer más, me desespero y sólo me queda rebelarme contra más exigencias.
- Introvertido: lo que hago no es suficiente, pues “paso”. Haré lo que me pidan, pero no dejaré que me hagan más daño, me meteré en mi mundo y me aislaré de todo.
En cualquier caso, tu Ego seguirá formándose, y actuarás cada vez más para los demás: serás el bueno, el rebelde o -por omisión–el introvertido, pero cualquiera de los caminos te alejará más y más de ti, y dependerás más y más de la mirada externa.
Lo que nadie te enseñará es que cuando crezcas, sería mejor que te quitases la costumbre de actuar según las miradas externas, porque, amig@, esa mirada externa puede cambiar en un solo instante; porque no tienes el control sobre lo que piensan los demás, y los demás, pueden cambiar de parecer en cualquier momento, por cualquier experiencia suya  y ajena a ti. ¿Merece la pena seguir desgastándose en un show absurdo? Ya no tenemos tres años, ¿por qué no atrevernos a conocernos y ser nosotros mismos en la vida?

8 comentarios:

  1. No conocía la clasificación de Blay, pero me parece muy acertada. Lo que muchos hemos hecho es ir dando bandazos de una a otra de las alternativas, porque creo que elegir una y quedarse estrictamente en ella nunca funcionaría.
    Luego sí, llega un punto en que te das cuenta de que puedes ser tú mismo, y de que efectivamente ser tú mismo no tiene nada que ver con mirar alrededor pidiendo opinión al respecto. Y es maravilloso despertar un día y saberte libre para ser tú mismo. En el mundo en el que vivimos es una auténtica suerte tener esa libertad, porque mucha gente no la tiene por cualquier circunstancia, y lo peor es cuando uno acepta dejar de intentar conseguirla, enterrando su verdadero yo para siempre. A veces hay que luchar y mucho para ser uno mismo, pero siempre merecerá la pena, eso está claro.
    (Soy completamente incapaz de resumir, cada día que pasa me vuelvo más coñazo, jajaja. Enhorabuena por el blog, y un beso enooorme)

    ResponderEliminar
  2. Merece la pena siempre. Y muchas gracias por el comentario!! Escribe cuanto quieras que siempre ha sido una gozada leerte!! Un besote!!

    ResponderEliminar
  3. Vaya, pues no lo había pensado nunca así... y da mucho q pensar!!! :)

    ResponderEliminar
  4. Oh, sí, Natiwiki, cuando se empiezan a leer estas cosas, piensas un montón :) Gracias por ser tan "tú" siempre.

    ResponderEliminar
  5. Leerte por primera vez ha sido como abrir una puerta con tu permiso hacia tu ser pero al mismo tiempo hacia uno mismo pues parece que la búsqueda es hacia el centro, lo que compartimos los seres humanos, aquella casa que perdimos a un momento dado para venir aquí. Buscas tu esencia, luego me llevas a la mía para ir juntos a la de todos, a esa fuente común donde somos todos Uno.

    ResponderEliminar
  6. Isabelle, compañera de aventuras... ¡qué bonito! Muchas gracias. Sigamos bailando :)

    ResponderEliminar
  7. Me encanta como te "desnudas" en el blog. Es tan tú... Gracias por intentar ayudarnos a buscar la felicidad. Enhorabuena por el blog y no dejes de bailar nunca. Muackssssssssssssss

    ResponderEliminar
  8. Bueno, ayudar, lo que se dice ayudar... sólo puede ayudarse uno mismo. Yo sólo comparto información, a mi manera, eso sí. Gracias, nena, de corazón :) Muaaa!!

    ResponderEliminar

Licencia de Creative Commons
Danzando con el Universo by Almudena A. Muñoz is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
Based on a work at danzandoconeluniverso.blogspot.com.