Yoga es detener las fluctuaciones de la
mente ~ Patanjali
Yoga es
practicar Asanas (posturas
conscientes) y Pranayama
(respiraciones conscientes), que te llevarán a Pratyahara, el estado de retracción de los sentidos, la mente en
calma que observa el vacío que existe entre pensamiento y pensamiento.
Yoga es
saltar de Pratyahara a Dharana (concentración), el estado donde
el delicioso vacío te irá rodeando y empezarás a fundirte con lo que Es,
primera etapa de la experiencia interna no-dual. Ya no hay sujeto y objeto:
todo es uno. Ya no eres: Todo Es.
Yoga es
entonces alcanzar Dhyana, el verdadero estado meditativo, donde las fronteras de la
percepción se rompen y, comprendes qué significa ver el universo en un grano de
arena, como diría William Blake.
Yoga es
volver de esas experiencias y saber que no necesitas, que eres, que posees, que
Amas, porque el Amor –lo que Es- te engulló cuando estabas en Dharana y te convirtió en él. Y te diste
cuenta entonces de que siempre fuiste él.
Yoga es
volver de esas experiencias y no tener miedo de plantar tu corazón ante el
mundo, porque sabes que llevas la razón.
Yoga es
seguir viviendo sin renunciar a la vida desde el yo sereno que aprendiste que
eras en Pratyahara, observador de
pensamientos y emociones que vienen y van, porque sabes que la verdad está en
lo único permanente, mucho más allá, en el centro de tu alma.
Yoga es
respirar profundamente y sin esfuerzo en el ahora, como hacen los bebés, encontrando
la tranquilidad de la vida que se expresa en tu propia respiración.
Yoga es la
sensación de tranquilo vigor que alcanzas después las Asanas, sabiendo que has
trabajado para estirar tus músculos, oxigenar órganos y articulaciones, poner
en funcionamiento óptimo tu sistema circulatorio y darle un verdadero descanso
al nervioso.
Yoga es todo
eso. Yoga es un camino. Yoga es el autodescubrimiento del Ser. La unión de cuerpo, mente y alma. Yoga es saber sin atisbo de duda
que el Amor Es.